Seguimos con nuestro diario viajero sobre Berlín, en esta entrada os vamos a contar qué hicimos durante nuestro cuarto día por la capital alemana. Salimos de casa temprano, pues queríamos aprovechar al máximo nuestro último día completo por la ciudad.
Decidimos dedicar este día a los barrios de Friedrichshain y Kreuzberg, actualmente se encuentran divididos por el río Spree y años atrás ambos barrios estaban separados por el muro de Berlín a lo largo del río, quedando Friedrichshain dentro de la alemania comunista y Kreuzberg en la zona oeste.
Y esto se nota, comenzamos nuestro día en Volkspark, uno de los parques más famosos de Berlín y el más antiguo de la ciudad.
Al ser invierno y encima bien temprano por la mañana apenas había gente, pero el lugar nos gustó mucho porque es un sitio ideal para alejarte del bullicio de la ciudad, salir a hacer deporte, a pasear al perro, a jugar con los niños… y además tiene una fuente preciosa Märchenbrunnen, la cual tiene elementos de cuentos. Una pena que no tuviera agua para poderla ver en todo su esplendor.
En el parque también se encuentran dos montañas que fueron creadas al apilar los escombros de la guerra, la más alta es Mont Klamott, desde dónde puedes tener unas vistas fantásticas de la ciudad.
Desde ahí pusimos rumbo a la imponente avenida Karl Marx Alle, una de las más conocidas de la Alemania comunista, a nosotros nos impresionó muchísimo, por un lado sus dimensiones ya que es muy ancha, y por otro lado sus edificios con la arquitectura típica socialista de la década de los cincuenta.
Camino a Kreuzberg pasamos por uno de los lugares más de moda para salir por Berlín, se trata de RAW-Gelände, este conjunto de edificios en su día fueron un taller para trenes y ahora se ha convertido en bares, clubs, cafeterías, un búnker convertido en muro de escalada,… está lleno de arte urbano y los domingos hacen un mercadillo.
Obviamente nosotros lo pillamos todo cerrado, aunque teníamos la esperanza de poder entrar en algún lugar a tomar un café caliente, pero no pudo ser.
Justo fuera de allí, encontramos una cafetería, Wahrhaft Nahrhaft, en la que decidimos entrar para poder entrar en calor, llevábamos un par de horas andando con temperatura bajo cero y el cuerpo lo notaba.
Después de entrar un poco en calor decidimos coger el metro e ir al barrio de Kreuzberg para ir de compras, queríamos echar un ojo en las tiendas de segunda mano y de paso ver murales de arte urbano que nos encantan.
La tienda que visitamos fue Jumbo Second Hand, tenían muchísima ropa de chico, aunque Juan no encontró nada de su talla, también entramos en Voo Store, aunque esta última no era de segunda mano sino de diseño y nos fuimos con las mismas, tenían unos precios desorbitados para nosotros.
De ahí nos fuimos a comer a nuestro sitio favorito de Berlín, Burguermeister, (el local de enfrente de la parada de metro de Kottbusser Tor), era la segunda vez que comíamos en esta cadena de hamburguesas y es que las hamburguesas están de vicio, esta ubicación no tiene tanto rollo como la de la primera vez pero el punto positivo es que te puedes sentar y disfrutar de la hamburguesa tranquilamente.
Con el estómago lleno decidimos ir a dar un paseo por Bergmannkiez, la zona oeste de Kreuzberg y dónde anteriormente se encontraba el aeropuerto de Tempelhof. En esta zona pudimos visitar el mercado de abastos Marheineke Markthalle que es muy bonito, aunque ya sabéis que nos encantan y no tenemos mucho filtro. También estuvimos pasean por Viktoriapark, un parque en el que hay una cascada, una granja con animales y mucha tranquilidad.
En este barrio podéis encontrar una tienda de segunda mano bastante curiosa, se llama Colours, y la ropa está dividida por colores y se compra al peso, cada color tiene un peso diferente. Aquí si que compramos bastante, sobre todo Sara.
Volvimos a coger el metro para llegar hasta Schöneberg, el cual fue el primer barrio gay de Berlín, y lugar dónde vivió Bowie en los 70. De camino entramos en Double Eye para entrar en calor y tomar un café caliente. Es normal que le hayan otorgado el premio al mejor café, ¡estaba buenísimo!
Habíamos leído que tenía bastante arte urbano así que fuimos caminando sin rumbo y perdiéndonos por sus calles a ver si lo descubríamos, si tenéis interés la mayoría de ellos se encuentran muy cerca de la estación de metro de Nollendorfplatz.
Tras ello volvimos a nuestro apartamento para dejar las bolsas y poder ir a tomar unas cervezas tranquilamente. Antes de eso, pasamos por el centro cultural Kulturbrauerei, este edificio durante el siglo XIX era una cervecería y actualmente tiene salas de cine, un teatro, una terraza… y también un museo de historia de la RDA aunque cuando nosotros fuimos ya estaba cerrado, pero decidimos ir al día siguiente si nos sobraba tiempo.
Nuestro guía del free tour nos había recomendado ir a tomar cervezas a Lemke, ya que tienen sus propias cervezas, así que no lo dudamos. Como no sabíamos muy bien cual elegir de todas, decidimos escoger una cata de diferentes cervezas y así poder probar todas y después pedirnos una pinta de la que más nos hubiera gustado. Os podéis imaginar que cuando salimos de la cervecería no sentíamos ni el frío.
Justo debajo de la estación de metro de Eberswalder Straße, hay un pequeño local de kebabs (no recordamos el nombre y Google Maps no nos deja acercarnos tanto cómo para leerlo) dónde habíamos cenado al llegar a la ciudad y nos gustó tanto que decidimos repetir de nuevo.
Y hasta aquí nuestro cuarto día por la ciudad, como veis este día fue bastante light en cuanto a visitas y lo aprovechamos para disfrutar y empaparnos bien del ambiente de la ciudad.
Como siempre os dejamos el mapa de la ciudad, esta vez lo hemos distribuido por capas y cada una está dedicada a un barrio o temática diferente: bares, restaurantes, …
Ya sabéis que podéis suscribiros al blog para estar al tanto de todos los viajes que hagamos.
Si tenéis alguna duda o sugerencia, nos podéis dejar un comentario o escribirnos un email a blogparejaviajera@gmail.com
¡Saludos viajeros!
Deja una respuesta