Nuestro segundo día por la capital alemana comenzó muy temprano, tras desayunar en nuestro alojamiento, nos armamos de valor y de capas térmicas para salir a disfrutar de la ciudad y es que hacia -7 grados y no estamos acostumbrados a ese tipo de temperaturas.
Nuestra primera parada fue la famosa y céntrica plaza Alexanderplatz, la verdad es que al llegar nos sorprendió bastante, sobre todo a Sara, no se esperaba ese tipo de plaza. Lo que más destaca de la plaza es el reloj mundial, que señala la hora de todas las ciudades del mundo.
Durante la Guerra Fría, esta plaza era el centro neurálgico de Berlín del este y para demostrar su poder construyeron el edificio Fernsehturm, más conocido como la Torre de la Televisión, que es uno de los edificios más altos de todo Europa y que se ve desde casi cualquier punto de la ciudad. Nosotros teníamos intención de subir para contemplar las vistas de la ciudad, pero nos pareció bastante caro (19,50€) para lo que ofrecía y descubrimos que cerca de Alexanderplatz se encuentra el edificio Park Inn Panorama, subir a su terraza tan sólo cuesta 4€ y encima tienes las vistas de Berlín con el edificio del Fernsehturm. Al final no pudimos ir por falta de tiempo, ¡para la siguiente!
Dirigiéndonos hacia el Fernsehturm, llegas a una plaza ajardinada dónde puedes ver la iglesia MarienKirche, la cual fue construida en el s. XIV y es una de las más antiguas de Berlín.
Desde la misma plaza se puede contemplar el Rotes Rathaus, en castellano el Ayuntamiento Rojo, debido al color de su fachada.
Desde ahí iniciamos un pequeño recorrido por el barrio Nikolai, en el que habíamos comido el día anterior, y que es el barrio residencial más antiguo de Berlín. Pasamos por el Altes Stadhaus, este edificio fue construido como un anexo del ayuntamiento, aunque el edificio fue destruido durante la II Guerra Mundial, y se renovó para ser la sede del primer ministro y del gobierno de Alemania del Este.
Nos adentramos en el barrio y llegamos hasta el restaurante más antiguo de Berlín, Zue Letzten Instanz, obviamente nosotros no entramos ya que eran aproximadamente las 9 de la mañana. Justo al lado se encuentra un trozo de la antigua muralla de Berlín.
Muy cerca de allí encontramos las ruinas del monasterio franciscano Klosterkirche el cual fue construido en el s. XIII y que como otros tantos edificios de la ciudad no puedo sobrevivir a la guerra. Actualmente se utiliza como una zona de exposiciones, para realizar conciertos, etc. Es una de las cosas que más nos gusta de Berlín, su capacidad para reinventarse.
Quedaba poco para que en el reloj marcaran las 10 de la mañana, hora en la que abrían los museos de la Isla de los Museos. Como os dijimos en la entrada de preparativos, compramos un pase de día para poder visitar todos los museos, aunque sabíamos que no íbamos a disponer de tiempo para hacerlo, por lo que nos tuvimos que decantar por ver sólo dos de ellos.
El primero que visitamos fue el Museo de Pérgamo, todo el mundo nos había recomendado que fuéramos a visitarlo y tenían razón. Si no sois amantes del arte, así todo merece la pena aunque solo sea por ver la Puerta de Ishtar y la puerta del mercado de Mileto. Además os recomendamos que le dediquéis un par de horas ya que tiene una gran e interesante colección de arte de oriente medio e islámico.
El segundo museo que visitamos fue el Nuevo Museo, el cual fue destruido durante la II Guerra Mundial y no fue reconstruido hasta el año 2003. Nos pareció muy interesante ya que en el se puede contemplar mucho arte egipcio entre él destaca el famoso busto de Nefertiti y además también se puede ver parte del techo de la Alhambra y el Sombrero de Oro.
El cuerpo nos pedía salir a la calle ya que tanto museo nos estaba dejando muertos, y es que el ritmo de caminar en un museo nos cansa mucho más que patearnos la ciudad ¿a vosotros? Tras respirar un poco y comer una pieza de fruta nos dirigimos hacia la catedral, Berliner Dom, la cual teníamos muchas ganas de ver pues la habíamos visto mil veces en fotos y nos parecía preciosa y la verdad es que ¡no defrauda!
Esta iglesia de estilo neorrenacentista, aunque recibe el nombre de catedral nunca ha sido así. Se puede visitar su interior que es impresionante, (si tenéis la tarjeta Berlin WelcomeCard os hacen descuento), a nosotros nos llamó mucho la atención su altar de mármol y su órgano (aunque es cierto que siempre es en lo que más nos fijamos). Lo mejor fue las vistas de la ciudad tras subir los doscientos y pico escalones. Si tenéis opción de ir en un día soleado os lo recomendamos las vistas son impresionantes.
Tras disfrutar de las vistas nos fuimos a buscar algo dónde comer ya que el free tour comenzaba en una hora, después de mucho andar no encontrábamos ningún sitio para comer algo rápido, así que en cuanto vimos un restaurante allí que entramos. Era una pizzería, Via Nova, nos pedimos una bruschetta para compartir y cada uno nos pedimos una pizza diferente. Estaba todo buenísimo pero no pudimos acabárnoslo era demasiada comida y además el free tour estaba a punto de comenzar.
Obviamente llegamos tarde al free tour pero como teníamos nuestra reserva y además sabíamos cual era la primera parada, el museo Tränen Palast, así que decidimos ir allí directamente. Nuestro guía Jerónimo fue muy simpático y atento a todas las dudas y preguntas. Después de visitar el museo, nos pusimos en marcha en el tour. Este tour trata de hacer un recorrido por las razones por las que se decidió crear el muro de Berlín y lo que supuso su construcción para el desarrollo de las vidas de los ciudadanos de las dos alemanias. Tras coger el metro y bajarnos en la estación fantasma de S-Bahn Nordbahnhof una de las que estuvo en desuso durante toda la Guerra Fría, visitamos la zona de Bernauer Strasse dónde se encuentra el Memorial y centro de documentación del Muro de Berlín, dónde se puede ver un trozo del muro real y diferentes monumentos que recuerdan a las victimas del muro.
Os recomendamos entrar en el centro de visitantes ya que tiene mucha información y desde lo alto de su torre se puede ver cómo era el muro en su interior, con la torre de control y las diferentes partes que debían superar aquellos valientes que decidieran cruzarlo, y decimos valientes porque nos parece un logro que alguien pudiera solamente tenerlo en mente.
También nos hablaron sobre los diferentes túneles que se crearon para poder cruzar el muro de forma subterránea y cómo se ayudaban entre los ciudadanos del este y el oeste.
Desde ahí, volvimos a coger el metro para llegar hasta la zona del East Side Gallery, el mural al aire libre más famoso de todo Europa y más grande de todo el mundo, recorrimos por nuestra cuenta el 1.3 km de longitud que tiene y pudimos ver algunos de las pinturas más icónicas, como el famoso beso entre Brezhnev y Honecker, aunque estaba tan saturado y tan oscuro que las fotos que tenemos no son nada buenas.
Cruzando el río Spree pudimos ver el puente Oberbaumbrücke, el cual con la construcción del muro de Berlín se convirtió en una frontera entre Berlín Este y Oeste, ya que los barrios que conecta el puente quedaron separados por el muro. Tras la caída del muro, el puente se ha convertido en un símbolo de la reunificación de la ciudad.
Necesitábamos entrar a algún sitio porque hacia muchísimo frío y el viento venía como si estuvieras en Invernalia, así que entramos en un pequeño bar a tomar una cerveza, Ramones Museum, además de bar también, como su nombre indica, es museo de la banda Los Ramones, aunque si queréis acceder al museo debéis pagar la entrada. Nosotros no entramos, aunque os dejamos el link por si os interesa.
Muy cerca de allí, justo debajo de la estación Schlesisches Tor en unos antiguos baños públicos, se encuentra Burgermeister, famoso por sus hamburguesas de las que dicen que son las mejores de toda la ciudad. Ya sabéis que nos gusta probar hamburguesas en nuestros viajes y que tenemos un ranking propio así que no podíamos irnos de Berlín sin probarlas y hemos de decir que ¡están de vicio! De las mejores que hemos comido en nuestra vida.
Ya con el estómago lleno pusimos rumbo a casa para entrar en calor y poder descansar para el día siguiente.
Como siempre os dejamos el mapa de la ciudad, esta vez lo hemos distribuido por capas y cada una está dedicada a un barrio o temática diferente: bares, restaurantes, …
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